lunes, 1 de junio de 2015

¿Por qué dicen que los gatos tienen 7 vidas?


Se escucha mucho decir que los gatos tienen siete vidas, en realidad el origen real de esta creencia aún es un misterio. Según algunas notas, esta leyenda surgió en la Edad Media, cuando los gatos, así como supuestas brujas y hechiceros, fueron víctimas de la Inquisición. En esta época, el fervor religioso y la superstición llevaron al exterminio en masa de estos animales, acusados de diversos males que sufría la población. A pesar de los esfuerzos crueles para acabar con ellos, los gatos difícilmente disminuían en número. Eso sucedía porque existían muchos defensores de felinos que se encargaban de su protección; muchas personas escondían y criaban gatos secretamente. La permanencia de la especie felina alimentaría su misticismo y desarrollaría esta leyenda. Así, surgió el término de que el gato tiene siete vidas.
Un asunto interesante acerca de esta leyenda es que varía de país a país. En países de habla inglesa, por ejemplo, se dice que son 9 vidas. Eso depende en realidad del significado cultural del número para cada sociedad. El valor de 7 vidas es atribuido a los árabes y turcos, que pueden haber transferido su concepción a portugueses y españoles. Existen algunas referencias literarias para encontrar los posibles orígenes a este planteamiento. En el libro Beware the Cat (1570), del escritor inglés William Baldin, hay una curiosa referencia al tema en cuestión. En la obra encontramos un comentario que dice: ‘es permitido a las brujas poseer el cuerpo de su gato por nueve veces’. Entre otras reseñas literarias del mismo idioma podemos citar la de John Heywood, en 1546, que decía en una colección de dichos: ‘el gato tiene nueve vidas, así como la mujer’. Es posible que la relación entre el número 7 y las vidas del gato provenga de la creencia de que el 7 es un número mágico, que favorece siempre la buena suerte. En numerología es una de las cifras más poderosas, y dadas las características físicas del gato, se ha asociado este número a su capacidad para salvarse de situaciones peligrosas. Decir que los gatos tienen 7 vidas es una expresión creada en sentido figurativo como un reflejo de la gran resistencia de estos animales. No es que los gatos sean más fuertes que otros animales, pero lo que sí distingue a los felinos es su potente agilidad, que los ayuda a librarse de las situaciones más peligrosas. El gato es capaz de saltar una distancia de 10 veces su tamaño sin que su integridad física peligre. Por eso es común ver que los felinos caigan desde ciertas alturas sin que les pase absolutamente nada, o que consigan hacer saltos temerarios sin riesgos.

La popularidad alcanzada por esta leyenda puede haber sido debido a su sistema inmunológico eficiente. ¿Ya comprobaste que es difícil tener un gato enfermo? Esto es debido a su extraordinaria agilidad, que les permite caer siempre de pie. En la Cábala, el siete es una de las figuras más poderosas y el nueve queda por detrás, representando la vida y la abundancia. Aunque sea imposible apuntar el origen exacto de la leyenda, sabemos que su asociación empezó en la Edad Media, especialmente en el vínculo que une los gatos negros con las brujas. Los árabes y turcos no tenían ninguna valoración negativa contra los gatos (Mahoma vivió cerca de ellos) y sus proverbios hablan de siete vidas. Es probable que hayan pasado esa versión tras la ocupación de la Península Ibérica –a partir del siglo VIII y durante casi ocho siglos.
Este famoso refrán o aquel dicho popular “… tiene más vidas que un gato” hacen referencia a la suerte o a la buena fortuna de alguna persona frente a una adversidad. Sin embargo, el origen de esta expresión tiene una relación clara con nuestros queridos felinos. Podríamos pensar que su procedencia es de la observación de la habilidad del felino para salir sano y salvo ante cualquier problema, o de su singular y exclusiva capacidad de caer desde grandes alturas sin sufrir el más mínimo rasguño, pero no es así. Todo parece indicar que el origen de este refrán hay que buscarlo en el antiguo Egipto: los egipcios tenían la plena convicción de que los gatos también se reencarnaban y que, tras un número de siete reencarnaciones, tomaban carne mortal… pero no de gato. Tras siete reencarnaciones, un gato se convertía en ¡un ser humano! Como en otras muchas facetas de la vida, el paso del tiempo consigue cambiar el fundamento o el origen de las cosas. Algo basado en una profunda creencia de tipo religioso es actualmente utilizado como un simple comentario popular. ¿Y por qué seguimos concediendo esas “siete vidas” a los felinos? La observación diaria de un gato nos hace corroborar la frase. Como decíamos anteriormente, un felino tiene la gran capacidad de caer sobre sus cuatro patas, de forma totalmente equilibrada, aunque caiga de grandes alturas. Su ágil organismo, su cola y sus coordinados sentidos consiguen estabilizar el cuerpo del minino antes de que llegue al suelo. Por otra parte estamos ante un animal verdaderamente resistente, adaptable a cualquier estilo de vida y muy capaz de conseguir abastecerse en el caso de que la necesidad “apriete”. No sabemos si tras siete reencarnaciones felinas el irracional pasará a un “estado vivo racional”. Lo que si tenemos claro es que nuestro buen amigo, el gato, ha conseguido, a pulso, disfrutar de sus “presuntas” siete vidas.
Otras de las razones por las que se afirma que los gatos tienen 7 vidas es porque logran escapar de situaciones complejas sin problemas. Esto se debe especialmente a su velocidad y rapidez de respuesta, siendo un animal muy difícil de alcanzar incluso por otros de mayor tamaño. A pesar de todo esto, es muy importante dejar claro que los gatos solo tiene una vida como todos los demás seres vivos, por lo que estas mascotas requieren de todos tus cuidados y atenciones para mantenerse saludables y felices. En lugares como España, Italia o México el gato tiene siete vidas pero en los países anglosajones tienen, incluso, dos vidas extras, o lo que es lo mismo, un total de nueve.

Caídas de los gatos
Un estudio realizado por dos veterinarios de Nueva York en 1987 determinó que el 90% de los gatos que cayeron desde alturas de entre 2 y 32 plantas sobrevivieron. Lo más sorprendente es que la mayor mortalidad no se produjo en las caídas desde alturas superiores, sino en torno a las siete plantas. Eso tiene una explicación más o menos lógica. Un gato en aceleración tiende a ponerse rígido, lo que reduce su capacidad de absorber el impacto. Sin embargo, una vez alcanzada la velocidad terminal, ya no hay ninguna fuerza neta que actúe sobre el felino y, por tanto, se relajará, aumentando su flexibilidad y el área de la sección transversal sobre la que el impacto difunde una vez que el gato alcanza el suelo.

Países anglosajones

En los países anglosajones, donde se dice que los gatos tienen nueve vidas, han tomado este número del antiguo Egipto, donde los felinos eran considerados animales sagrados. El dios del Sol, Ra, dio vida a otros nueve dioses, conocidos colectivamente como Los Nueve y Ra se transformó en gato para visitar el mundo de las tinieblas, dotándose de 9 vidas.

3 comentarios:

  1. Lo hiciste ^^, Gracias Jocelyn...!!!

    Si deseas que escriba de un tema en mi blog me lo dices y con mucho gusto lo hago :3

    Y me ha parecido excelente tu entrada, vaya... siempre salgo aprendiendo algo nuevo, Grax :)

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