Todos los animales, a partir del momento en que nacen, están expuestos a
todo tipo de enfermedades e infecciones pero gracias a la leche materna el
gatito es inmune a éstas; a partir de las 8 a 12 semanas esa inmunidad se pierde
y es entonces cuando debemos llevar a nuestro gatito al veterinario para que
quede protegido. Son totalmente vulnerables a parásitos. Huelen, lamen, comen
todo aquello que se les ponga en su camino, sin saber lo que es. Incluso pueden
tener uno de los virus más graves, la leucemia felina y sin embargo no sufrir
la enfermedad, o actuar como si no pasara nada, de ahí la importancia de
entender a nuestro gato, de ver sus cambios en el comportamiento y de llevar
con estricta rigidez el calendario de vacunas, ya que si nos saltamos una de
ellas, deberemos comenzar con todo el tratamiento de vacunación. Por la salud
de nuestro gato y también por la nuestra, deberemos vacunarle contra ciertas
enfermedades que podrían causarle la muerte, como la gripe, el virus de la
inmunodeficiencia felina, la panleucopenia o el virus de la leucemia felina. Según
las necesidades de tu gato y de sus características, tu veterinario te ayudará
a recordarlo y una vez puestas, deberás repetirlas anualmente para que el
efecto siga siendo positivo y no corramos, ni nosotros ni nuestro gato ningún
riesgo.
Es importante que sepas que antes de empezar con el proceso de
vacunación, debes desparasitar a tu gatito. Normalmente, a partir del primer
mes de vida ya se puede llevar al gato al veterinario para que le proporcione
el tratamiento adecuado. Una vez terminado este proceso, se inicia el de las
vacunas.
En el primer mes y luego en el tercer mes: Trivalente felina, leucemia
felina, panleucopenia felina, calivirus, rinotraqueitis felina y pentavalente
A partir de los tres meses se tiene que revacunar: Trivalente felina,
leucemia felina
A los tres meses y medio: Vacuna antirrábica
A los cuatro meses: Peritonitis infecciosa felina
A los seis meses revacunar: panleucopenia felina, calivirus, rinotraqueitis felina y Peritonitis
infecciosa felina
A partir del año, y cada año sucesivamente: Rabia, leucemia felina,
calivirus, canleucopenia y rinotraqueitis
felina
Poner a tu gato las vacunas obligatorias es un factor fundamental para
protegerlo de las enfermedades y parásitos, aunque no esté en contacto con
otros gatos ni animales. Hay que tener en cuenta que el buen cuidado de las
mascotas no se centra sólo en darle de comer, acariciarlo y sacarlo a pasear.
Las vacunas son parte esencial de una tenencia responsable de mascotas y
ayudarán a que tu gato viva por mucho tiempo más.
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