Se escucha mucho decir que los
gatos tienen siete vidas, en realidad el origen real de esta creencia aún es un
misterio. Según algunas notas, esta leyenda surgió en la Edad Media, cuando los
gatos, así como supuestas brujas y hechiceros, fueron víctimas de la
Inquisición. En esta época, el fervor religioso y la superstición llevaron al
exterminio en masa de estos animales, acusados de diversos males que sufría la
población. A pesar de los esfuerzos crueles para acabar con ellos, los gatos
difícilmente disminuían en número. Eso sucedía porque existían muchos
defensores de felinos que se encargaban de su protección; muchas personas
escondían y criaban gatos secretamente. La permanencia de la especie felina alimentaría
su misticismo y desarrollaría esta leyenda. Así, surgió el término de que el
gato tiene siete vidas.
Un asunto interesante acerca de
esta leyenda es que varía de país a país. En países de habla inglesa, por
ejemplo, se dice que son 9 vidas. Eso depende en realidad del significado
cultural del número para cada sociedad. El valor de 7 vidas es atribuido a los
árabes y turcos, que pueden haber transferido su concepción a portugueses y
españoles. Existen algunas referencias literarias para encontrar los posibles
orígenes a este planteamiento. En el libro Beware the Cat (1570), del escritor
inglés William Baldin, hay una curiosa referencia al tema en cuestión. En la
obra encontramos un comentario que dice: ‘es permitido a las brujas poseer el
cuerpo de su gato por nueve veces’. Entre otras reseñas literarias del mismo
idioma podemos citar la de John Heywood, en 1546, que decía en una colección de
dichos: ‘el gato tiene nueve vidas, así como la mujer’. Es posible que la
relación entre el número 7 y las vidas del gato provenga de la creencia de que
el 7 es un número mágico, que favorece siempre la buena suerte. En numerología
es una de las cifras más poderosas, y dadas las características físicas del
gato, se ha asociado este número a su capacidad para salvarse de situaciones
peligrosas. Decir que los gatos tienen 7 vidas es una expresión creada en
sentido figurativo como un reflejo de la gran resistencia de estos animales. No
es que los gatos sean más fuertes que otros animales, pero lo que sí distingue
a los felinos es su potente agilidad, que los ayuda a librarse de las
situaciones más peligrosas. El gato es capaz de saltar una distancia de 10
veces su tamaño sin que su integridad física peligre. Por eso es común ver que
los felinos caigan desde ciertas alturas sin que les pase absolutamente nada, o
que consigan hacer saltos temerarios sin riesgos.
La popularidad alcanzada por esta
leyenda puede haber sido debido a su sistema inmunológico eficiente. ¿Ya
comprobaste que es difícil tener un gato enfermo? Esto es debido a su
extraordinaria agilidad, que les permite caer siempre de pie. En la Cábala, el
siete es una de las figuras más poderosas y el nueve queda por detrás,
representando la vida y la abundancia. Aunque sea imposible apuntar el origen
exacto de la leyenda, sabemos que su asociación empezó en la Edad Media,
especialmente en el vínculo que une los gatos negros con las brujas. Los árabes
y turcos no tenían ninguna valoración negativa contra los gatos (Mahoma vivió
cerca de ellos) y sus proverbios hablan de siete vidas. Es probable que hayan
pasado esa versión tras la ocupación de la Península Ibérica –a partir del
siglo VIII y durante casi ocho siglos.
Este famoso refrán o aquel dicho
popular “… tiene más vidas que un gato” hacen referencia a la suerte o a la
buena fortuna de alguna persona frente a una adversidad. Sin embargo, el origen
de esta expresión tiene una relación clara con nuestros queridos felinos. Podríamos
pensar que su procedencia es de la observación de la habilidad del felino para
salir sano y salvo ante cualquier problema, o de su singular y exclusiva
capacidad de caer desde grandes alturas sin sufrir el más mínimo rasguño, pero
no es así. Todo parece indicar que el origen de este refrán hay que buscarlo en
el antiguo Egipto: los egipcios tenían la plena convicción de que los gatos
también se reencarnaban y que, tras un número de siete reencarnaciones, tomaban
carne mortal… pero no de gato. Tras siete reencarnaciones, un gato se convertía en ¡un ser
humano! Como en otras muchas facetas
de la vida, el paso del tiempo consigue cambiar el fundamento o el origen de
las cosas. Algo basado en una profunda creencia de tipo religioso es
actualmente utilizado como un simple comentario popular. ¿Y por qué seguimos
concediendo esas “siete vidas” a los felinos? La observación diaria de un gato
nos hace corroborar la frase. Como decíamos anteriormente, un felino tiene la
gran capacidad de caer sobre sus cuatro patas, de forma totalmente equilibrada,
aunque caiga de grandes alturas. Su ágil organismo, su cola y sus coordinados
sentidos consiguen estabilizar el cuerpo del minino antes de que llegue al
suelo. Por otra parte estamos ante un animal verdaderamente resistente,
adaptable a cualquier estilo de vida y muy capaz de conseguir abastecerse en el
caso de que la necesidad “apriete”. No sabemos si tras siete reencarnaciones
felinas el irracional pasará a un “estado vivo racional”. Lo que si tenemos
claro es que nuestro buen amigo, el gato, ha conseguido, a pulso, disfrutar de
sus “presuntas” siete vidas.
Otras de las razones por las que
se afirma que los gatos tienen 7 vidas es porque logran escapar de situaciones
complejas sin problemas. Esto se debe especialmente a su velocidad y rapidez de
respuesta, siendo un animal muy difícil de alcanzar incluso por otros de mayor
tamaño. A pesar de todo esto, es muy importante dejar claro que los gatos solo
tiene una vida como todos los demás seres vivos, por lo que estas mascotas requieren
de todos tus cuidados y atenciones para mantenerse saludables y felices. En
lugares como España, Italia o México el gato tiene siete vidas pero en los
países anglosajones tienen, incluso, dos vidas extras, o lo que es lo mismo, un
total de nueve.
Caídas de los gatos
Un estudio realizado por dos
veterinarios de Nueva York en 1987 determinó que el 90% de los gatos que
cayeron desde alturas de entre 2 y 32 plantas sobrevivieron. Lo más
sorprendente es que la mayor mortalidad no se produjo en las caídas desde
alturas superiores, sino en torno a las siete plantas. Eso tiene una
explicación más o menos lógica. Un gato en aceleración tiende a ponerse rígido,
lo que reduce su capacidad de absorber el impacto. Sin embargo, una vez
alcanzada la velocidad terminal, ya no hay ninguna fuerza neta que actúe sobre
el felino y, por tanto, se relajará, aumentando su flexibilidad y el área de la
sección transversal sobre la que el impacto difunde una vez que el gato alcanza
el suelo.
Países anglosajones
En los países anglosajones, donde
se dice que los gatos tienen nueve vidas, han tomado este número del antiguo
Egipto, donde los felinos eran considerados animales sagrados. El dios del Sol,
Ra, dio vida a otros nueve dioses, conocidos colectivamente como Los Nueve y Ra
se transformó en gato para visitar el mundo de las tinieblas, dotándose de 9
vidas.
Lo hiciste ^^, Gracias Jocelyn...!!!
ResponderEliminarSi deseas que escriba de un tema en mi blog me lo dices y con mucho gusto lo hago :3
Y me ha parecido excelente tu entrada, vaya... siempre salgo aprendiendo algo nuevo, Grax :)
Muy interesante.
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